“Nadie debería morir o resultar gravemente herido usando el sistema de transporte urbano”, es el punto de partida que usaron los profesionales de Bloomberg Philantropies e Initiative for Global Safety para abrir el seminario de seguridad vial llevado a cabo en la redacción de LA NACION.
De acuerdo con datos proporcionados por la Organización Panamericana de la Salud, 1,35 millones de personas pierden la vida en siniestros viales en el mundo anualmente. También a nivel global, los siniestros viales son la principal causa de muerte en personas de cinco a 29 años.
En la Argentina la tasa de decesos es de 700 muertes por siniestros viales cada 100 mil habitantes.
Desde la Universidad de Johns Hopkins, Andrés Vecino resaltó la importancia de unir la cifra de los heridos no muertos en siniestros viales con la cifra de los muertos en siniestros viales para poder tomar una dimensión más real de las consecuencias que estos conllevan, más allá del factor de fatalidad. “Por cada muerto hay 50 heridos moderados o graves”, dijo.
De acuerdo con los parámetros del AVAD (indicador sintético de salud que mide la mortalidad y años de vida ajustados por discapacidad y permite medir los años que se pierden a raíz de esta, en el país los decesos por siniestro vial se encuentran entre las cuatro principales enfermedades con mayor tasa de años de vida perdidos.
Un asunto de salud pública
Para Sebastián Laspiur, representante de PAHO Argentina (Organización Panamericana de La Salud), la magnitud del fenómeno es tal que la seguridad vial es un asunto de salud pública.
De hecho, entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 enunciados en la agenda global de la Organización de Las Naciones Unidas, dos de las metas refieren a la cuestión.
- Meta 3.6: para 2030, reducir a la mitad el número de muertes causadas por siniestros de tránsito en el mundo.
- Meta 11.2: para 2030, proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial.
En Ciudad de Buenos Aires, el gobierno también estableció metas para encarar el tema de la seguridad vial: una de medio termino que plantea la reducción en un 20% de las víctimas fatales por siniestros viales para el 2023; y una de largo plazo que plantea la reducción en un 50% para el 2030.
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Menos ingresos, más siniestros
Otra tendencia que detectan los especialistas en el campo de la seguridad vial es la relación entre la tasa de mortalidad y el nivel de ingresos de la región. “Los siniestros viales aumentan desproporcionadamente en los países con ingresos medios y bajos, incluso cuando hay menos vehículos en circulación”, señaló Laspiur.
El especialista describió que, al margen de las diferencias de desarrollo entre países, el patrón se replica dentro de un mismo territorio, donde la tasa de mortalidad por siniestros viales es mayor entre personas con menos ingresos. En la Argentina, por ejemplo, la región del norte del país presenta las tasas de mortalidad más elevadas, con Chaco, La Rioja y Misiones a la cabecera. Por su parte, Buenos Aires, Mendoza y las provincias patagónicas de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego tienen las tasas de mortalidad por siniestros viales más bajas del país.
Los motociclistas son las principales víctimas
Si se habla de categorizar de acuerdo al tipo de desplazamiento, en la Argentina, la principal víctima fatal por siniestros viales es el motociclista. De nuevo, los números varían por región. Según los últimos datos proporcionados por la OPS (con fecha de 2021), en el norte del país, la mayor cantidad de decesos es de personas que andan en moto. En Chaco, el 76% de las víctimas por siniestro vial son motociclistas.
En el sur la tendencia se invierte y la mayor cantidad de decesos son de automovilistas, mientras que los porcentajes motociclistas que son víctimas mortales por siniestro vial son del 15% en Santa Cruz, del 17% en Chubut, del 18% en Río Negro y del 20% en Tierra del Fuego.
Buenos Aires se ubica en el medio, con un 35% de las personas que mueren en siniestros viales siendo motociclistas, y en la provincia de Córdoba el porcentaje se eleva a 55%.
Desde el gobierno de la Ciudad, Clara Sanguinetti, directora General de Diseño e Implementación de la Subsecretaría de Planificación de la Movilidad de la Ciudad, aseguró que en los últimos años se trabajó en el tema con implementación de más controles y regulaciones. En 2022 se retuvieron 3655 licencias.
Publicado en el diario La Nación
