LN – El gol de Rodri que le dio a Manchester City su primera Champions League y la milagrosa atajada de Ederson ante Lukaku en el final

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El español Rodri convirtió un golazo para abrir el marcador en la final de la Champions League, que juegan Manchester City e Inter en el estadio Olímpico Ataturk, de Turquía. Fue a los 22 minutos del segundo tiempo, y tras una maniobra colectiva de los ingleses que encontró a los italianos replegados contra su arco. El suizo Manuel Akanji trasladó la pelota, el portugués Bernardo Silva se filtró, tiró el centro atrás y la pelota le quedó a Rodri. El ex mediocampista de Atlético de Madrid abrió su pie derecho y remató al primer palo. Golazo y ventaja para Manchester City.

Un par de minutos después se salvaron los ingleses. Fue una jugada de carambola, que terminó en la cabeza de Federico Dimarco. El lateral izquierdo de Inter intentó una definición, que le salió fallida y bombeada. La parábola de la pelota terminó en el travesaño, cuando Ederson ya estaba vencido. En el rebote, el propio Dimarco se aprovechó de que su compañero Romelu Lukaku evitó que pudieran marcarlo. Volvió a definir de cabeza, pero esta vez la pelota dio…en el cuerpo de Lukaku. Y la jugada terminó, para lamento de los hinchas italianos.

A dos minutos del final, Inter casi encuentra el empate en una jugada de pinball. Dos cabezazos en el área estuvieron a punto de convertirse en la igualdad: primero Gosens y después Lukaku. Pero Ederson, el arquero brasileño, termina despejando con su pierna. La pelota fue hacia donde estaba el jugador de Manchester City, pero alcanzó a salvar a su equipo y mantener la ventaja parcial en el marcador.

Antes, en el primer tiempo, el noruego Erling Haaland tuvo la chance más clara para abrir el marcador en la final de la Champions League, que se disputa entre Manchester City e Inter en el estadio Olímpico Ataturk, de Estambul, la capital turca. A los 26 minutos de juego, el centrodelantero escandinavo recibió un pase sobre la banda derecha del área, controló y remató de zurda, buscando el palo más lejano del arco defendido por Andre Onana, el arquero de Inter. Pero el africano alcanzó a repeler el disparo con su cuerpo, y mantuvo el cero en su arco.

La conexión Kevin De Bruyne-Erling Haaland estuvo a punto de funcionarle al equipo dirigido por Pep Guardiola, como tantas otras veces durante la temporada. El belga encontró un pase que no vio ninguno de los defensores rivales. Ni siquiera Alessandro Bastoni, el marcador ocasional de Haaland, quien perdió en la lucha cuerpo a cuerpo. Así, el noruego enfiló hacia el arco e intentó definir, fiel a su costumbre. Fue la jugada más clara de un partido en el que los dos equipos saben lo que está en juego (ni más ni menos que la Orejona, el trofeo de campeón de Europa) y se estudian desde el comienzo del partido.

Otra final y…otra lesión de De Bruyne

Minutos más tarde, la cara de Guardiola (y de todo el City) mutaría hacia la bronca. Porque el belga De Bruyne mostró gestos de dolor y agitó su brazo derecho pidiendo el cambio por una lesión. La imagen del armador belga retirándose del estadio envuelto en fastidio y bronca remite a la final de la Champions League de 2021, disputada en el Estadio do Dragao de Porto, en Portugal. En aquella ocasión, De Bruyne acusó un golpe de Antonio Rudiger y debió abandonar el terreno de juego cuando era uno de los mejores futbolistas en la cancha. Al final, Manchester City terminaría perdiendo el encuentro por un gol del alemán Kai Havertz.

Ederson salvó ante Lautaro Martínez

A los 13 minutos del segundo tiempo, y tras una desatención en la última línea del equipo inglés, Lautaro Martínez encontró una pelota sin dueño sobre la banda derecha. Controló, esperó a sus compañeros y, al ver que no llegaba nadie, optó por el remate desde un ángulo cerrado. El brasileño Ederson le achicó el ángulo y salvó a su equipo. Tan importante fue la salvada que lo aplaudieron todos sus compañeros.




Publicado en el diario La Nación

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