LN – Deseo cumplido: la conmovedora historia de los seis hermanitos que pidieron ser adoptados juntos y pasarán la primera Navidad con sus dos mamás

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Justo antes de las Fiestas, el deseo más grande de los hermanitos Juliana (10), Alejandra (8), Noelia (7), Cristian (5), Jeremías (4) y Camila (3) acaba de hacerse realidad. A mediados de este año, su historia se hizo viral y se replicó en los medios de comunicación de todo el país, cuando una jueza lanzó una convocatoria pública de adopción para los pequeños, quienes vivían en dos hogares de niños de la ciudad de Corrientes.

El pedido expreso de los chicos a la magistrada Carolina Macarrein fue que buscara una familia para los seis juntos. Ella se movió sin descanso y la respuesta de la comunidad superó las expectativas: se postularon 35 familias de todo el país. Entre ellas estaban Eliana Español (36) y EIisa González (47), un matrimonio de santafecinas que, en noviembre y tras atravesar varias entrevistas y evaluaciones, se enteraron de que habían sido las seleccionadas. El sueño de ambas también se cumplió: convertirse en mamás.

Desde hace un poquito más de dos semanas, la flamante familia (que incluye a cinco perros y tres gatos) convive en una casa amplia con jardín, en la localidad de Luis Palacios, que tiene unos 2000 habitantes y está ubicada a 30 kilómetros de Rosario, en Santa Fe.

La historia de amor de Elisa (izquierda) y Eliana (derecha) empezó hace 20 años. Este diciembre, cumplieron su sueño de ser mamás.

La vida de los ocho protagonistas de esta historia (y de todo un pueblo, que se movilizó para recibir a los niños) cambió para siempre: “Nos cambió el mundo”, resume Elisa con la voz atravesada por la emoción. Y Eliana, que tiene siempre el humor a flor de piel, suma: “Hoy te podemos decir que nuestra casa es el quilombo más hermoso que te puedas imaginar”.

Hace apenas un año, el matrimonio jamás se hubiese imaginado que este diciembre armaría el arbolito de Navidad junto a sus seis hijos. Siempre habían querido ser mamás, pero no estaban anotadas en el registro de postulantes a guarda adoptiva: “En lugar de investigar, nos dejamos llevar por lo que dice la gente: ‘que los trámites son larguísimos’, ‘que nunca te llaman’. Al final descubrimos que no era así”, reflexiona Eliana.

Sin embargo, sí solían estar atentas a las convocatorias públicas de adopción, un llamado abierto a toda la comunidad al que recurren las juezas y los jueces luego de agotar todas las instancias de búsqueda dentro de la red de registros de postulantes a guarda adoptiva. Esta herramienta es, además, la última oportunidad para encontrarles una familia a las chicas y los chicos a los que más cuesta hallarles una, porque, por ejemplo, son grupos numerosos de hermanos o tienen más de la edad esperada por la mayoría de los postulantes (el 85% se anota para pequeños de hasta tres años).

Adoptaron a tres hermanos y luego a otros tres: “Creíamos en el mito de que iban a tardar muchos años en llamarnos, pero no fue así”

“No sé si fue una corazonada o qué”

Esta historia empezó el pasado 13 de julio, cuando a las dos de la madrugada, escuchando un programa en una radio correntina, Eliana se enganchó con una entrevista grabada a la jueza Macarrein, quien hablaba de los hermanitos. “Te juro que no lo pensé ni dos segundos. No sé si fue una corazonada o algo que te dice: ‘Son ellos’, pero mandé un mail para postularnos sin consultarle a Eli, que estaba durmiendo. A la mañana siguiente, la desayuné con la noticia: ‘Me anoté para que adoptemos a seis hermanitos’. Yo soy la más tirada a la pileta, Eli la más pensante. Me preguntó: ‘¿Podremos?’. ‘Y sí, ¿por qué no?’, le respondí”, detalla Eliana en diálogo telefónico con LA NACION.

El matrimonio tiene dos peluquerías, una en Rosario y otra en Luis Palacios. Además, Eliana trabaja como soldadora en una fábrica de tanques cisternas. “Como le dije a la jueza en la audiencia, hace muchos años que estamos juntas y siempre pensamos en formar una familia, pero queríamos tener primero una estabilidad económica y una casa propia. Una vez que tuvimos eso, decidimos avanzar”, agrega Eliana.

Aún sabiendo que se habían postulando 35 parejas y que tenían todo un proceso de selección por delante, Eliana compró un auto de ocho plazas. Algo le decía que con Elisa tenían que prepararse.

La convocatoria de los hermanitos había sido lanzada el 7 de julio, un día antes de que se iniciara la feria judicial de invierno. A la mañana siguiente de escuchar la entrevista, Eliana llamó por teléfono al juzgado: “Aunque estaban de feria, me atendieron igual, lo cual me sorprendió. Enseguida me mandaron los formularios y en agosto nos volvieron a contactar”.

Aún sabiendo que se habían postulando 35 parejas y que tenían todo un proceso de selección por delante, Eliana compró un auto de ocho plazas. Algo le decía que con Elisa tenían que prepararse. El 11 de septiembre, tuvieron la primera audiencia con la jueza y su equipo, a la que le siguieron varios encuentros y entrevistas virtuales. Después vino lo más difícil: esperar.

“Cuando la gente me pregunta por qué creo que quedamos seleccionadas, les respondo lo mismo: ‘No sé qué vio la jueza en nosotras, quizás le dimos lástima al secretario del juzgado cuando le conté que ya habíamos comprado el auto”, dice Eliana entre risas. “Pero la verdad era que me preocupaba cómo íbamos a salir a pasear o llevarlos a la escuela. No somos millonarias, somos personas normales y no es fácil conseguir un auto para ocho, así que cuando surgió la oportunidad decidí avanzar. En el juzgado, les dije: ‘Si no salimos elegidas, me queda para usar como transporte escolar’”.

El matrimonio junto a sus seis hijos y una de sus mascotas: un perro gran danés que adora a los niños.

Finalmente, en noviembre llegó el llamado soñado. Elisa estaba atendiendo en la peluquería cuando le sonó el celular. Enseguida, llamó llorando a Eliana, que estaba en la fábrica y fue rápido hasta allá para abrazarla. “Le habíamos hecho una promesa a la Virgen de San Nicolás: le pedimos que si Dios creía que nosotras podíamos criarlos bien, que fuéramos elegidas. Sino, otra familia”, cuenta Eliana con emoción.

Hace tres semanas, viajaron a Corrientes a conocer a los chicos. Llegaron un domingo y el lunes fueron al hogar donde estaban los tres más pequeños. “Lo primero que vimos fueron los ojos enormes de Cami (3), que nos miraba como diciendo: ‘¿Y ustedes quiénes son?’. Así arrancamos, al principio con distancia, pero enseguida se empezaron a reír. A la tarde volvimos porque ellos así lo pidieron y vinieron corriendo a abrazarnos, fue hermoso”, recuerdan las madres.

El martes, conocieron a los tres mayores: “Conocer a las más grandes era lo que más temor nos daba, por cómo iban a reaccionar. Pero fue como si nos conociéramos de toda la vida: enseguida se pusieron a peinarla a Elisa y ella a las nenas”, dice Eliana. Las mamás cuentan con el acompañamiento del grupo de padres y madres Militamos Adopción, y se sostienen mucho en Víctor y Jorge, un matrimonio de cordobeses que adoptaron, al igual que ellas, seis hermanos: “Les pedimos consejos para la vinculación, por ejemplo, para no llenarlos de regalos a los chicos y que fluya. Nos sirvió mucho lo que nos dijeron: que lo más importante era compartir cosas simples, como dibujos, cartas, juegos y conocernos. Así lo hicimos”.

La familia pasea por una plaza de la pequeña localidad de Luis Palacios, que se revolucionó con la llegada de los chicos dos semanas atrás. Ya están anotados en la escuela, que queda a seis cuadras de su casa.

Finalmente, disfrutaron de varias salidas con los seis juntos, y el viernes llegó el momento de despedirse, ya que era el día en que Eliana y Elisa iban a volver a Santa Fe: “Los chicos se pusieron a llorar y las más grandes nos dijeron: ‘Ustedes no van a volver’. Les explicamos que teníamos que seguir los pasos del juzgado, y que la vinculación dura un tiempo. Sin embargo, la jueza los escuchó: ese mismo día hizo una audiencia, los seis querían venirse con nosotras y Carolina así lo decidió. Me sacó el sombrero por ella y su equipo, porque prioriza la escucha de los niños. Ojalá todos los jueces fueran así”.

“Empezamos siendo amigas”

La historia de amor de Eliana y Elisa arrancó hace más de 20 años. Eran amigas y cuando Eliana se mudó a Galicia, España, para vivir con su abuela, mantuvieron el vínculo a distancia. En una oportunidad, invitó a Elisa a compartir unas vacaciones con ella, y un 28 de abril se dieron el primer beso, ese que, según recuerda Eliana, le indicaría que había encontrado a la compañera de su vida.

En 2010 firmaron la unión convivencial en España, en 2015 regresaron a la Argentina y en julio de 2019 se casaron en nuestro país. Decidieron instalarse en Luis Palacios, donde ya vivían los padres y un hermano de Elisa, que venían hablándoles de la tranquilidad de ese pequeño rincón santafecino, en el que están instaladas desde hace ocho años.

“Todos nos apoyaron desde el primer momento con la decisión de adoptar a los chicos, en el pueblo y nuestras familias. Mi abuela, que es española y es como mi madre porque me crió desde que yo tenía 5 años, me dijo: ‘¡Ay Mija, yo te dije que te cuidaba a uno, no a seis, ya estoy grande!’”, se ríe Eliana.

¿Cómo fue el impacto de su familia cuando les contaron que se habían postulado para adoptar a seis hermanitos? “Todos nos apoyaron desde el primer momento, en el pueblo y nuestras familias. Mi abuela, que es española y es como mi madre porque me crió desde que yo tenía 5 años, me dijo: ‘¡Ay Mija, yo te dije que te cuidaba a uno, no a seis, ya estoy grande!’”, se ríe Eliana. “El otro día la fuimos a visitar con los chicos por primera vez y fue hermoso: la abrazaban y le decían abuelita. No te puedo explicar la felicidad de todos”.

“No hubo luna de miel”

Mientras Eliana y Elisa soñaban con convertirse en mamás, los seis hermanitos esperaban en dos hogares de la ciudad de Corrientes. Habían sido separados de su familia de origen tras sufrir distintas vulneraciones de derechos y, cuando la jueza agotó la instancia de búsqueda entre tíos o abuelos que pudieran hacerse cargo de ellos, declaró su situación de adoptabilidad. Sin embargo, en el registro de postulantes a guarda adoptiva, no encontró ninguna familia dispuesta a recibir a seis niños (como máximo, algunos manifestaban la posibilidad de tres). Entonces, no lo dudó y rápidamente lanzó la convocatoria.

Esta es la primera Navidad que los seis van a pasar en su nueva casa, con sus mamás, abuelos, tíos y primos. Para los chicos, todo es una experiencia nueva: desde armar el arbolito (algo que hicieron en familia hace unos días), hasta prepararse para la llegada de Papá Noel: “Están re emocionados con las cartitas que hicieron. Le explicamos que no va a traer todo lo que dice la carta, solo algunas cosas. Lo que más pidieron son las bicis pero todavía no pudimos comprar las seis: lo haremos cuando nos acomodemos de la sacudida de estos meses”, dice Eliana.

Para los chicos esta será una Navidad muy especial: la primera que pasarán con sus mamás, abuelos, tíos y primos. Están ansiosos con la llegada de Papá Noel y ya prepararon sus cartitas.

La convivencia es un aprendizaje cotidiano. “A nosotras nos estafaron con la supuesta luna de miel de la adopción de la que muchos hablan, porque en nuestro caso no existió ese ‘me porto bien para que me adopten’. Los chicos se mostraron tal cual son desde el primer momento, supertransparentes. Desde las primeras salidas estuvieron los berrinches y las típicas peleas entre hermanos. Damos gracias a Dios que son niños sanos, que piden cariño y te celan”, detalla Eliana.

Elisa, suma: “La primera semana estuvieron un poco más revolucionados y es totalmente normal. Están siendo niños y dejándose querer, porque al principio costaba que se dejaran abrazar, que dijeran un ‘te quiero’ o un ‘perdón’ al hermano. Pero en 15 días fuimos logrando un montón de cosas. Nosotras estamos cansadas, porque son seis y tenemos que adaptarnos a este ritmo nuevo de vida, pero estamos felices de cada día, de cada mañana, de cada beso y abrazo cuando llegamos de trabajar”.

La familia sonríe frente a la puerta de su casa.

¿Cómo describen a sus hijos? Eliana cuenta: “Cami (3) tiene una personalidad muy fuerte, es cabeza dura y siempre busca hacer lo que ella quiere. Es de virgo, como yo. Eli siempre me dice: ‘Es tu calco, ¿de qué te quejás?’. Jeremías (4) es re dulce, pero es supercaprichoso y me doy cuenta enseguida cuando miente echándole la culpa de algo a las hermanas. Cristian (5) te ayuda en todo y lo que tiene de travieso lo tiene en bondad para sus hermanos. Noe (7), es como Cami: orgullosa y llorona. ‘Sos Andrea del Boca’, le digo. Ella se ríe y me dice: ‘¿Y esa quién es?’”.

Con respecto a los más grandes, dice: “Ale (8), la Colo, es la que digo que nos va a sacar canas verdes: es superchispita, no para, tiene hormigas. Juli (10) es divina, muy tranquila, y en unos días cumple años: nos pidió una torta de princesas así que ya estamos muy entusiasmados preparando todo”.

Los seis hermanitos cumplieron su sueño: ser adoptados juntos. Cada uno tiene una personalidad muy distinta, y por las noches disfrutan de los juegos de mesa y cuentos que comparten con sus mamás.

“Es lo más lindo que nos podía pasar”

Diciembre es un mes de mucho trabajo en las peluquerías. Por eso, a la mañana Eliana y Elisa van a la de Rosario y dejan a los chicos al cuidado de una amiga hasta las 14. A esa hora regresan y, por la tarde, Elisa está en la sucursal del pueblo mientras Eliana, que se tomó licencia por maternidad en la fábrica, se queda con los chicos.

¿Qué les dirían a otras familias que están pensando en adoptar? “Que se informen y no tengan miedo, porque si bien la mayoría de las personas se anotan para un bebé, en los hogares te esperan niños más grandes, con sus historias. Creo que no hay nada que con mucho amor, paciencia y acompañamiento, no pueda superarse”, asegura Eliana. “Nunca me hubiese imaginado tener seis hijos. Esto es lo más lindo que nos podría haber pasado y verlos a ellos sonreír o que te digan que después de ir al dentista quieren de premio algo tan simple como una manzana, te enseña a disfrutar de las cosas simples. Hay que darles la oportunidad, porque los chicos esperan mucho tiempo en los hogares”.

 “Que se informen y no tengan miedo, porque si bien la mayoría de las personas se anotan para un bebé, en los hogares te esperan niños más grandes, con sus historias. Creo que no hay nada que con mucho amor, paciencia y acompañamiento, no pueda superarse”, es lo que le diría Eliana a quienes están pensando en adoptar.

Elisa dice que los chicos quieren jugar todo el día y que ellas intentan que también se vayan preparando para el comienzo de la escuela el año que viene (los seis están anotados en la misma, a pocas cuadras de su casa). Y concluye: “Todas las noches son de risas y de juegos. En la sobremesa, nos contamos qué hicimos en el día. Antes de dormir, le cantamos una canción de cuna a Cami y Cristian nos pide que le hagamos noni a él también. Son muchas emociones y muchas cosas por sanar, y también un largo camino por recorrer. Van a ser momentos felices y de aprendizajes. Queremos que sean personas de bien, con estudios, de trabajo. El cansancio que sentimos es el más feliz del mundo: de criarlos, cuidarlos y protegerlos”.

Más información

  • La adopción es una institución que nació para garantizar el derecho fundamental de todas las niñas, niños y adolescentes a vivir en una familia. Aquí podes encontrar algunas preguntas frecuentes. Además, en la web de la Dnrua hay una guía sobre la adopción en la Argentina, servicios en línea y datos sobre charlas informativas mensuales.
  • Militamos Adopción es una comunidad de madres y padres que concientizan sobre el derecho de todas las niñas, niños y adolescentes a vivir en familia, brindando información sobre la adopción en nuestro país y generando redes de apoyo y acompañamiento para las familias.
  • Para conocer las convocatorias públicas de adopción que están vigentes actualmente, podés hacer click acá. Entre otras, hay una convocatoria para cinco hermanos cordobeses.




Publicado en el diario La Nación

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