Deberle dinero a los bancos por los gastos con las tarjetas de crédito es una tendencia que afecta cada vez a más estadounidenses. En busca de obtener los fondos necesarios para saldar sus débitos, los titulares evalúan diferentes estrategias, y la de pedir un préstamo de consolidación de deudas emerge como una de las más efectivas. Ante esto, existen varias ideas para solicitarlos con éxito.
De acuerdo con CBS News, las tasas de interés de las tarjetas de crédito se dispararon a una media del 23%, y las de las tiendas minoristas superaron el 30%. A esto se le suma el hecho de que la inflación todavía se ve reflejada en los precios de las compras diarias, lo que provoca que muchos titulares de cuentas en Estados Unidos tengan que afrontar deudas cada vez más altas.
Como resultado, el titular promedio debe casi US$8000 en sus tarjetas de crédito, y la cifra podría aumentar en caso de que no encuentren la estrategia adecuada para pagarlos. No obstante, solicitar un préstamo de consolidación de deudas podría ser la solución para muchos de ellos.
Cómo pedir un préstamo de consolidación de deudas con éxito
La consolidación de deudas se basa en saldar los débitos en un pago único con una tasa de interés más baja, de forma que podría ser una excelente opción para afrontarlos. No obstante, en ciertas ocasiones, las razones por las que se solicita un crédito podrían ser las mismas por las que se lo rechace. Por esta razón, CBS News enumera algunas estrategias para aumentar las probabilidades de que sea aprobado.
Inscribirse en un programa de consolidación de deuda
Si bien un préstamo podría resolver la situación financiera de un titular de tarjeta de crédito, primero es necesario que califique. Una alta relación deuda-ingreso, la falta de garantías o un puntaje crediticio bajo podrían ser obstáculos para aprobar los créditos, por lo que una buena alternativa son los programas de consolidación de deuda a través de empresas de alivio.
En estos programas se pide dinero prestado a una tasa más baja que las de la tarjeta de crédito para saldar la deuda y luego se devuelve de forma mensual hasta que se pague el crédito. Su diferencia con la consolidación de deuda tradicional es que, en vez de trabajar con un prestamista, el monto es otorgado por socios externos de la empresa de alivio, que suelen tener criterios más flexibles para solicitarlos con éxito.
Transferir saldos con una tasa de interés anual del 0%
Otra estrategia, que puede ser algo arriesgada, es transferir la deuda a una nueva tarjeta que ofrezca un interés anual introductorio del 0%, que suele durar entre 12 y 21 meses. Esta idea es útil para aquellos que están seguros de que pueden pagar sus débitos durante el período promocional, ya que luego las tasas podrían aumentar en gran medida.
Por esta razón, es necesario tener la disciplina suficiente para no contraer nuevas deudas. Además, se debe tener en cuenta que la mayoría de las tarjetas cobran una tarifa de transferencia, que suele ser del 3% al 5% del monto transferido. Sin embargo, lo cierto es que los ahorros en intereses suelen superar este costo sin problemas.
Aprovechar el valor de una propiedad
Aquellos propietarios de viviendas de alto valor tienen fácil acceso a la consolidación de deudas. Tanto los préstamos con garantía hipotecaria como las líneas de crédito con garantía hipotecaria tienen tasas promedio de alrededor del 8%, lo que es menor que el 12% que suelen tener los préstamos personales.
Otra ventaja de utilizar el valor líquido de su vivienda son los plazos de pago más largos que ofrecen las líneas de crédito con garantía hipotecaria y los préstamos con garantía hipotecaria. No obstante, esta estrategia implica un alto riesgo al convertir las deudas de tarjeta de crédito en garantizadas, lo que significa que se podría poner en riesgo una propiedad en caso de que no se realicen los pagos.
Publicado en el diario La Nación